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La empresa biotecnológica alemana BioNTech y la farmacéutica estadounidense Pfizer anunciaron que iniciaron el ensayo de fase final para evaluar la vacuna experimental contra el COVID-19. El objetivo es presentarla a revisión regulatoria en octubre, fecha que ha significado uno de los plazos más ambiciosos hasta el momento. Si el estudio es exitoso, las compañías podrían suministrar hasta 100 millones de dosis para fines de 2020 y 1,300 millones para fines de 2021. Por su parte, el 27 de julio la estadounidense Moderna Inc lanzó un ensayo en etapa avanzada con 30,000 participantes, mientras que Johnson & Johnson inició los ensayos clínicos la primera semana de agosto. El gobierno de Estados Unidos ha elaborado un acuerdo con Pfizer y BioNTech de 2 mil millones de dólares para la adquisición de un suministro inicial de 100 millones de dosis de una vacuna fijando como precio máximo: 20 dólares cada dosis. Así mismo, los gobiernos de todo el mundo están intentando asegurar suministros de las vacunas candidatas que se encuentran aún en fase experimental. Por otro lado, las autoridades rusas han anunciado que la vacuna elaborada por el Instituto Gamaleya de Moscú ya se encuentra lista. Sin embargo, la OMS y varios expertos internacionales han cuestionado la prisa de Rusia, la posible efectividad de la vacuna y el hecho de anunciar una campaña masiva de vacunación sin haber terminado las pruebas a mayor escala. Según la OMS, actualmente hay más de 100 vacunas potenciales contra COVID-19 que se están desarrollando alrededor del mundo. A pesar del rápido progreso, la mayoría de los expertos piensan que hasta mediados de 2021 se podrá contar con una vacuna disponible en el mundo. El Financiero, 29/07.

 

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